Luego de poco más de 5 horas de vuelo, Alejandro y Eva estaban descendiendo del avión. En el caso de Eva, inmediatamente sintió cómo el clima la daba la bienvenida, ese calor húmedo, le recordaba a Boston.
Al descender del avión, ya los esperaba un auto que los llevaría a lo que sería su hogar, Eva miraba las calles, eran barrios adinerados.
- ¿A dónde viviremos? -Preguntó Eva con duda evidente.
- Tengo un apartamento en Upper West Side, Manhattan. Podemos vivir ahí, pero si no te gusta, bien puedes escoger el lugar que más te apetezca. -dijo Alejandro con toda tranquilidad.
- No conozco mucho por aquí, así que veamos dónde viviremos, pero no creo que me desagrade. -dijo Eva admirando el paisaje que se veía tras el vidrio del auto.
Todo en aquel lugar gritaba elegancia, un estilo clásico y, por cómo veía, había varios museos que podría visitar. Aunque aún no sabía qué papel jugaría como esposa de Alejandro.
- Alejandro… ¿Qué voy a hacer exactamente aquí? -pregunto Eva pensando en cómo