Luego de salir de casa, Alejandro y Eva se dirigieron al hospital, ella entro a ver a su amiga mientras Alejandro se quedó atendiendo una llamada que no quería tomar, pero que debía hacer.
Eva no se percató de nada, solo entro a ver a su amiga quien, al verla entrar, sonrió, esa cara, esa luz era todo lo que necesitaba para saber qué decisión había tomado su amiga.
- ¡Amiga! -dijo Sara al verla entrar.
- ¡Hola, Sara! -dijo Eva con un poco de nervios.
- ¿Qué sucede, Eva? -pregunto Sara intrigada.
- Sara… Vengo a despedirme… -dijo Eva apenada.
- ¡Lo sé! ¡Has tomado la mejor decisión! No quiero que te quedes aquí, tu padre solo busca dañarte, tu familia segura obsesionada con la historia de Demian y tú, tu mi amiga solo regresaste aquí por mí, pero como podrás ver, ya voy mejorando. -dijo Sara con una sonrisa de satisfacción.
- Sara, pero… ¿Cómo sabes qué decisión tome?
- Eva, es claro, lo puedo ver en tus ojos, solo tú te has estado engañando, aquel despiadado e inhumano Alejandro te ha