Cuando la guerra entre los humanos y hombres lobo estalló. Todos los humanos sobreviviente de cada reino y aldeas fueron esclavizados, mientras que las chicas mas bonitas fueron entrenadas para ser sumisa y obedientes para luego ser subastadas a los hombres lobo más poderosos de las manadas más grandes y rica. —¡NO! ¡NO! ¡Déjame ir! Ella es la esclava humana más difícil de domesticar y es subastada a los hombres lobo más poderosos de las manadas más grandes y ricas. Flor, que se había negado a aceptar su destino, jamás esperó que su comprador fuera el Rey híbrido del reino de los lobos. Mitad lobo, mitad vampiro. Para empeorar las cosas, ella es designada como un juguete de los príncipes híbridos alfas. —Cualquier de mis hijos que termine con tu vida primero perderá la oportunidad de ser mi sucesor. ¿Ella está a salvo? Claro que no. Abusaban de ella en todos los sentidos y la humillaban hasta su muerte... ¿Cómo sobrevive en una manada de lobos híbridos? No, no, tiene que huir... ¡¡¡Ahora mismo!!!
Ler mais—¡No! ¡No! Me niego, a someterme, manda de animales salvajes —gritó locamente Flor, forcejeando con todas sus fuerzas en un intento de soltarse del agarré de esas dos bestias.
Unas manos enormes y callosas la agarrón bruscamente de la nuca.
—¡Compórtate, m*****a humana! —un guerrero gruñó con fiereza mientras sus ojos cambiaba de color y le extendía las manos mientras la loba le sujetaba las muñecas, con cadenas y ponía candados en ella.
Justo cuando el guerrero la soltó, Flor le escupió en la cara, lo que hizo que él levantara la mano para golpearla, pero la loba lo agarró de la mano y lo detuvo.
—No seas inbecil. Acabarás por dañar la mercancía —siseó mientras el guerrero rechinaba los dientes y bajaba la cabeza.
—¡No soy una m*****a cosa! —refunfuño Flor entre dientes.
La loba miró a Flor con veneno. De repente agarró bruscamente las mejillas de Flor. Sus garras se extendieron, pero no las presionó contra sus mejillas.
—¿Una cosa? Ni siquiera puedes llegar a ser valorada como una cosa —se burlo y entrecerro los ojos—. Quiero ver que tan valientes eres cuando seas vendida. Ni siquiera sabes lo que se avecina en tu camino zorrilla —sonrió siniestramente mientras sus ojos brillaban de alegría.
—Maldita perra loca —murmuró Flor en voz baja, pero la loba lo escuchó.
Por supuesto, los sentidos de primer nivel de los hombres lobo.
—Agradece que no te mato porque llenaras mis bolsillos de oro —dijo antes de apartar la cara con maldad. —¡Encadenadlas! —escupió.
Todas las chicas se pusieron en sus filas designadas, pero tuvieron que arrastrar a Flor mientras la obligaban a permanecer junto a las otras tres chicas en la fila.
El corazón de Flor latía salvajemente contra su caja torácica.
Como humana, se ha acostumbrado a ser torturada.
Durante cinco largos años ha estado tolerando todo esto.
Se salvó del borde la muerte tres veces, sólo porque decían qué Flor sería vendida a un alto precio por su naturaleza indomable, hicieron que bruja la curaran.
Habían dicho que los hombres lobo a les encantaba domesticar a perras como ella.
—¡Atención! —aplaudió la loba llamando la atención de todos las chicas que habían sido preparadas para el gran día, cómo si se tratara de un criadero de animales—. Ahí afuera están los hombres lobo más poderosos de las manadas más grandes y ricas. Te recomendaría que no los cabrees y te comportes como una linda muñeca de trapo. No dudarán en sacarte los ojos si fueras capaz de mirarlos —dijo con su dulce voz mezclada con veneno oculto.
Toda la caverna estaba llena de hombres lobo de rangos altos a quienes les encanta asistir a fiestas y subastas donde los humanos eran su entretenimiento.
No había escapatoria.
—Muy bien, prepárense, saldremos en un minuto —la loba dijo en voz alta mientras todos intentaban calmar sus corazones erráticos.
Flor inhaló profundamente cuando llegó el turno de su fila.
Deliberadamente tiró ligeramente de los grilletes, lo que provocó que tiraran de la cadena y todas las chicas se tambalearon jadeando.
Flor cerró los ojos con un silbido cuando luces brillantes cayeron sobre ellas con dureza.
Parpadeó lentamente y trató de ajustar su visión. No podía ver nada en la audiencia porque solo había una oscuridad total.
Flor miró al suelo con las manos en puños a los costados.
Odiaba que la hicieran usar un pedazo de basura diminuto.
Miró sus pechos que casi se desbordaban por el insulto en nombre de un sostén.
Su cabello estaba peinado en hermosos rizos, pero no hacían mucho en su rostro.
El miedo enroscó su corazón en sus feroces garras.
—Buenas noches a todos, me alegra que hayan venido aquí esta noche, les presentaré mis mejores productos... —parloteó un poco la loba.
Flor pudo ver cómo el miedo comenzó a invadir a casi todas las chicas presentes en el escenario a medida que la cantidad disminuía drásticamente.
Todos rezaron para que nunca llegara su turno, pero ¿a quién engañaban?
Flor respiró profundamente cuando la chica que estaba a su lado fue escoltada hasta el centro del escenario.
Desde el rincón más alejado, notó que la puerta principal se abría y alguien entraba.
De repente la temperatura de la sala bajó y luego hubo gritos ahogados de sorpresa entre el público.
Los ojos de la loba se iluminaron cuando hizo pasar al trabajador que sacó a la chica del escenario y se acercó a Flor.
Agarrando sus grilletes, la arrastraron hasta el centro del escenario.
Las ataduras se clavaron en su carne mientras ella la arrancaba bruscamente del alcance de la loba.
—Mi rey —dijo la loba mientras se arrodillaba seguida por casi todos los hombres lobo y humanos allí presentes, Flor se quedó congelada mientras juntaba los dos y dos.
¡El Rey hibrido del reino de los lobos estaba aquí!
El miedo la envolvió, extendiéndose por su cuerpo como un fuego feroz, apoderándose de cada músculo y célula de su cuerpo dejando su corazón latiendo con inquietud.
¿Por qué el Rey? De todos los monstruos de este mundo, ¿por qué el Rey híbrido?
El sudor le brotó de la frente cuando la loba se enderezó y agarró el brazo de Flor.
—Mi Rey, esta es exactamente lo que has pedido —dijo la loba en su tono dulce.
—¡Mascota! —El grave gruñido de la voz la hizo tragar saliva y temblar la barbilla.
Podría sentir la autoridad en su voz. Pero odio cuando se dirigió a ella como si se tratara de un animal.
—Arrodíllate —habló el hombre que estaba escondido detrás de la oscuridad.
Flor inhaló profundamente.
Le estaba tomando demasiado tiempo procesar las cosas cuando un gerrero le aseguró el collar alrededor del cuello, asegurándose de que no pudiera quitárselo y escapar.
Sus manos encadenadas volaron hacia arriba mientras intentaba liberar su cuello del collar.
La loba encargada agarró la correa mientras tiraba de Flor escaleras abajo y fuera del pasillo.
Al salir, la loba le quitó todos los grilletes mientras Flor se frotó las muñecas, su mirada rebotaba esperando encontrar un escape, pero sus ojos esmeraldas se abrieron cuando cayeron sobre el hombre alto vestido con joyas y pieles reales.
Ella tragó saliva mientras el miedo se arremolinaba en su corazón.
Ella no estaba preparada para esto. Este no era el plan.
Se suponía que iba a ser vendida a un hombre lobo, no a un maldito rey híbrido de todas las malditas bestias.
Mitad lobo, mitad vampiro.
¿Cómo sobreviviría con un híbrido? No. No. Tenía que huir.
—Aquí, señor —dijo la amante entregándole la correa al Rey cuando, de repente, Flor agarró la correa y corrió a ciegas hacia el camino.
Apenas dio tres o cuatro pasos cuando los guardias reales la agarraron y la arrastraron de regreso al Rey.
Ella hizo una mueca y luchó salvajemente, pero fue en vano.
—¡Déjenme ir, imbéciles! —ella gritó a todo pulmón.
Sólo la sacudieron bruscamente, vio que el Rey le entregaba una bolsa de oro a la loba y ella le entregó el expediente de Flor al Rey.
—Por favor, compre de nuevo aquí, señor —dijo con una leve reverencia y dio un paso atrás mientras lanzaba una sonrisa triunfante a Flor, que todavía estaba luchando.
—¡Déjame ir! —ella gritó cuando de repente el rey se giró y su voz murió en su garganta cuando sus ojos se encontraron con los tranquilos.
Sus expresiones eran educadas y ella no podía ver lo que estaba pasando por su cabeza.
¿Por qué diablos la compró?
Ella no era la ideal entonces ¿por qué?
O tal vez este Rey híbrido era un verdadero psicópata.
—Deja ir a la dama —dijo el Rey y Flor jadeó horrorizada mientras miraba boquiabierta al Rey.
¿Acaba de llamarla dama?
Parecía que ella ya había fallecido.
¿Qué estaba pasando?
Los guardias la dejaron ir instantáneamente.
El rey miró a uno de los guardias que se adelantó sosteniendo un largo abrigo de piel que parecía extremadamente caro.
Los ojos de Flor se abrieron aún más cuando el guardia le puso ese abrigo y el otro guardia le entregó la correa al Rey, quien la agarró y comenzó a caminar fuera de la caverna.
Una brisa fría pasó a su lado, haciéndola temblar.
Estaba demasiado aturdida para entender.
Ella caminó detrás de él en silencio.
Había un total de diez guerreros a su alrededor. Eran altos y bien formados.
Un carruaje llegó cuando el guardia le abrió la puerta al rey. Él entró y ella tuvo que seguirlo debido a la correa.
Ella tomó asiento frente a él en el carruaje de aspecto elegante.
Tragándose el nerviosismo en la garganta, se envolvió adecuadamente el abrigo cubriéndola mientras aseguraba el nudo en la parte delantera.
—¿Te doy un nombre mascota? —preguntó mientras sus ojos se volvían hacia él.
Había oído que era una falta de respeto mirar al rey directamente a los ojos. Te matarían en el acto, pero ¿por qué este rey parecía tan tranquilo y relajado?
Fue aterrador.
—Ya tengo uno —dijo, bajando la mirada.
—¿Cuál es tu nombre entonces? —él preguntó.
—Flor —dijo y el Rey asintió levemente.
Estaba tirando del cuello, estaba demasiado apretado. No podía respirar normalmente.
El Rey se inclinó más cerca y ella se puso rígida, le aflojó un poco el cuello antes de asegurar el bloqueo digital y luego se relajó en su asiento.
Estaba agarrando el abrigo en sus puños. —¿Puedo hacerte una pregunta? —ella preguntó y King asintió.
Por alguna razón absurda, parecía divertirse mucho con ella.
—¿Por qué me compraste? —ella preguntó.
Todavía se sentía increíble que estuviera hablando con un rey que no era otro que un híbrido del que se rumoreaba que era la criatura más cruel y despiadada.
El Rey parecía feliz de que ella preguntara. —Te compré como juguete para mis hijos —dijo suavemente.
—Yo... no entiendo —dijo con la garganta reseca.
Él le dedicó una pequeña sonrisa que hizo que un escalofrío frío recorriera su columna.
—Cualquiera de mis hijos que te mate primero perderá la oportunidad de ser mi sucesor —dijo y su rostro pálidecio.
Ocho años después.Flor se sentó en el borde del estanque con las piernas sumergidas en el agua fría. La fresca brisa de la noche le tranquilizó la piel.Las nubes de color gris oscuro se esparcieron por el cielo como una cálida cama aturdida. La vista era tan aterradora pero magníficamente hermosa a su manera.Flor suspiró y se frotó los brazos.Una cabeza emergió del agua seguida de enormes hombros. Draco la miró desde abajo. Agarrando sus pies, los deslizó sobre su hombro de modo que ahora su cara estaba entre sus piernas.Su piel húmeda y fría hizo que ella se enderezara, pero se le cortó la respiración cuando él le mordió la parte interna del muslo antes de mordisquear y lamer el mismo lugar mientras ella peinaba suavemente su cabello mojado hacia atrás con los dedos.Lentamente se acercó más a su intimidad mientras sus labios húmedos y fríos daban besos con la boca abierta.Flor intentó no gemir mientras se mordía el labio inferior mientras lo miraba.Le apartó las bragas cuando
Flor fue arrastrada a las mazmorras. Se dio cuenta de que le habían inyectado algo a Riso y el niño ahora estaba inconsciente.Su mente estaba en modo de pánico mientras millones de pensamientos pasaban por su mente.¿Quién era esta persona que la arrastraba? ¿Era demasiado poderoso para ser humano? La persona que llevaba a Riso en brazos frente a ella era un guardia.¿Había un topo en el castillo? Para sorpresa de Flor el guardia presionó un ladrillo y se abrió un pasaje secreto a través de la pared mientras ella era arrastrada por él.¿Cómo era posible que alguien la arrastrara así en el castillo? ¿Cómo saben sobre el pasaje secreto? Esto significa que la persona era de la mansión y lo sabe todo.Ella luchó con fuerza y pudo morder la mano de ese hombre con todas sus fuerzas, haciéndolo hacer una mueca de dolor. Retiró la mano. Flor gritó pidiendo ayuda a todo pulmón, pero esa persona volvió a taparle la boca.—Si no quieres que el niño muera, entonces será mejor que cooperes —le su
Blake entró pisando fuerte en la habitación de invitados vacía antes de cerrar la puerta detrás de ella. Para sorpresa de Ezra, la cerró con llave.Se quedó allí en silencio esperando escuchar su explicación. La última vez recordó bastante bien cómo terminaron las cosas entre ellos y se aseguró de no volver a interponerse en su camino ni seguirla.Blake respiró hondo unas cuantas veces antes de que ella se volviera hacia él.Sus piernas temblaban de ansiedad, pero trató de mantener la compostura.Cambió su peso de un pie a otro mientras jugueteaba con los dedos. Ezra decidió hablar primero.—Es de mala educación sacar a alguien del medio de su conversación —dijo Ezra con calma.La loba que se le acercó antes le estaba invitando a salir. Existía la posibilidad de que Blake estuviera celoso, pero, de nuevo, ella no siente nada por él, por lo que no podía estar celosa. Podría sentirse ofendida por el hecho de que sus miradas se encontraran. Probablemente quiera que desaparezca en el aire
Flor estaba en las nubes. Ha estado ocupada con los preparativos para el cumpleaños durante los últimos dos días. Gena, Kolton y Ezra se turnaban para cuidar a Riso mientras Adrián estaba ocupado ayudándola.Todo estaba listo y ella se estaba preparando. Flor se puso el vestido mientras intentaba cerrar la cremallera, pero no podía alcanzarlo. Lo dejó abierto y continuó con su maquillaje. Gena llegará pronto. Ella le pedirá que lo haga.Draco la llevó a al pueblo, donde vendía los mejores vestidos. La esperó pacientemente mientras ella se compraba un vestido. Ella sólo compró un vestido, pero Draco no lo quiso. Caminó por el pasillo y eligió varios vestidos y le pidió al personal que los empacara y los entregara en el castillo.Incluso la llevó a la tienda de diamantes y le compró varios collares, anillos y aretes. Cada vez que le pedía a la cajera que empacara algo, ella se quedaba boquiabierta y le pedía que no comprara, pero él simplemente le sonreía y le guiñaba un ojo.Ella le ad
—¿Adónde vamos? —preguntó Riso mirando hacia adelante mientras Draco lo sostenía en sus brazos.—Vamos a conocer a alguien —dijo Draco.Flor quería acompañarlo, pero Draco tenía que asegurarle que Riso estaría bien. Ella no estaba lista para quedarse atrás, pero confió en él y dejó a Riso en su seguridad.—¿Alguien? —preguntó mientras Draco asentía.Entró en su estudio donde Dexter ya estaba presente de espaldas a ellos.Draco cerró la puerta detrás de ellos mientras los ojos de Riso estaban fijos en la espalda de Dexter.Draco sintió que el niño se ponía rígido en sus brazos mientras susurraba´´mwonstor", Draco lo escuchó y se le revolvió el corazón al saber que Riso estaba llamando monstruo a su padre.Dexter lentamente se giró hacia el niño en brazos de Draco y algo dentro de él se retorció.Había miedo bailando en esos tonos azules mientras Riso lo miraba fijamente.Draco esperaba que el niño llorara o dijera algo. Intentará escapar, pero Riso no hizo nada. Observó a Dexter en sil
—¿QUÉ? —ella estaba desconcertada.—Ha cambiado- —comenzó Draco pero ella lo interrumpió.—¿Cambiado? ¿Te estás escuchando a ti mismo? Él es el mismo hombre que estaba listo para matar a Riso por Celeste, este es el mismo hombre que ni siquiera pestañeó cuando Celeste ordenó a sus matones que le cortaran la mano a Riso. ¿Tienes alguna idea? ¿Qué tan aterrorizado estaba Riso? —dijo Flor, perdiendo la calma mientras su esmeralda salvaje lo miraba con incredulidad.¿Cómo podía siquiera pedirle algo así?Él tomó los lados de su rostro con firmeza mientras bajaba para mirarla a los ojos. —Riso es importante para mí como lo es para ti. Lo acepté incluso antes de saber que era el hijo de Dexter. ¿Crees que pondré a ese niño en peligro cuando sé que es mi familia? —dijo Draco con calma, pero ella negó con la cabeza.Draco la abrazó firmemente mientras la hacía sentarse en el sofá y se agachaba frente a ella sosteniendo sus manos firmemente entre las grandes y cálidas.—Sé que es difícil, per
Último capítulo