CAPÍTULO 17: RESCATE
Bogdan, lo siguió, después de bajar del lado del conductor. Más hombres bajaron de la otra camioneta, eran más que los otros tipos.
Yaroslav iba vestido de negro, con su estilo de vestimenta, con el rostro tenso y los ojos ardiendo de furia.
Minutos antes, cuando se enteró de que Cristel había sido atacada en prisión y que estaba muy malherida, no lo pensó dos veces y llamó al penal para averiguar todo lo que había pasado, ya que él tenía sus contactos ahí adentro que podían darle fácil la información.
—¡Ni un solo tiro! —ordenó—. ¡Ella puede salir más lastimada si disparan!
Les recordó que aquellos hombres podían usarla de escudo para cubrirse de las balas y entonces ella moriría. Su amigo se acercó a él rápidamente, con la mandíbula apretada.
—Si no hacemos algo ahora, se la llevan.
—Ya lo sé, maldita sea. Solo espera la señal —le avisó con un tono bajo, para que solo él lo oyera.
Yaro avanzó unos pasos. El hombre que llevaba a Cristel estaba por subirla al asie