079.
Selene volvió del bosque con tierra bajo las uñas. No sabía cuánto tiempo había pasado entre los árboles. Horas. ¿Días?
El tiempo no existía cuando la sangre no latía al ritmo correcto.
Caminó por el patio trasero. El viento le mordía la piel. Le arrancaba el abrigo. El cabello volaba como si quisiera escaparse.
El galpón seguía ahí. Silencioso. Frío. Quieto.
No lo miró. No directamente.
Pero el cuerpo lo sintió. La vena en la espalda ardió una vez. Levemente.
Como un roce de advertencia. Como un recuerdo.
—No —susurró. Y siguió caminando.
Entró a la casa. La cocina vacía. Las tazas limpias. El aire… raro. Como si alguien hubiera estado ahí hace minutos.
¿Mar?
La buscó. No estaba.
Tampoco en su habitación.
Y eso le dolió.
Porque a pesar de todo, de los silencios, del miedo, del rechazo, una parte suya aún deseaba que Mar no desapareciera del todo.
O tal vez… deseaba que lo hiciera de una vez por todas.
🌑 🌊 🐾
Cata no dormía.
Estaba acurrucada en la esquina del galpón. La manta sobre