CAPÍTULO 56: PASTEL DE LIMÓN
Nikolai
La mayoría de los hombres creen que el poder reside en los puños, en los disparos certeros o en el tamaño de la cuenta bancaria. Pobres idiotas. El verdadero poder es la información y yo soy muy bueno consiguiéndola.
No me basta con lo que dicen los informes de seguridad ni con los silencios incómodos del personal de mi padre. No me fío. Algo en todo este asunto con Eden no cuadra y cuando algo no cuadra, yo empiezo a tirar del hilo. Así que llamo a un contacto en el este, uno que me debe más favores de los que está dispuesto a recordar. Me cuesta una suma obscena de dinero, sí, pero la información que consigo vale cada maldito rublo: la Triada china ya pagó por datos sobre Eden.
Esto no es solo un capricho, es una cacería y ella está sola. O lo estaría… si yo no estuviera tan metido ya en todo esto.
Es por esa razón que hago lo que mejor sé hacer: mover los hilos desde la sombra. El único problema es que seguir a Eden como un perro guardián por to