CAPÍTULO 46: TENEMOS QUE HABLAR
Dmitry
Regreso a la mansión Volkov esa madrugada. Apenas cruzo la puerta principal Nikolai ya me está esperando sentado como si supiera exactamente el minuto en que iba a llegar. Me sonríe de esa forma suya tan diplomáticamente hipócrita, con el vaso de whisky en la mano a pesar de que apenas son las cinco de la mañana.
—¿Disfrutaste tus vacaciones, hermanito? —pregunta cuando quiere parecer amable, aunque solo es eso, parecer.
—No sabía que debía pedirte permiso para salir —respondo caminando directo hacia las escaleras. No tengo ganas de fingir que me interesa esta conversación.
—Desde que la criada renunció ya casi no se te ve por aquí —suelta él, como si eso fuera relevante. Aunque sí que lo es.
Me detengo un segundo en la escalera, solo para devolverle la mirada por encima del hombro.
—Los asuntos que yo maneje no son tu problema —digo con frialdad.
—¿Dónde está Eden? —cuestiona sin rodeos.
Me giro apenas, lo suficiente para clavarle los ojos.
—¿Po