CAPÍTULO 32: LO PAGARÁS CARO
Dmitry
La mansión está demasiado cargada de su presencia, de su olor a vainilla, su voz y su jodida insistencia.
Necesito salir de ahí antes de que haga algo estúpido.
Camino hacia el garaje sin mirar atrás, sintiendo todavía el ardor en mi piel por lo que pasó en el estudio. Eden es un maldit0 problema. Uno del que debería alejarme, pero no puedo.
El rugido del motor llena el silencio de la noche mientras me dirijo al único lugar donde puedo descargar toda esta mierd4: la oficina de Nikolai.
No llamo antes de entrar ni toco la puerta. Él sabe por qué estoy aquí.
Cuando la puerta de su despacho se abre de golpe, lo encuentro recostado en su silla de cuero con un vaso de whisky en la mano y una expresión de suficiencia.
—Si viniste a felicitarme por mi impecable actuación ante Eden, no hace falta —dice sin levantar la vista de los papeles en su escritorio.
Me adelanto sin decir una palabra y de un manotazo, arrojo sus documentos al suelo. Ahora sí me mira.