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—¿Qué es lo que pasó? —fue lo primero que pregunté, más bien con un poco de rabia, pero luego me di cuenta de que ni siquiera había presentado a Bastián, así que me aclaré un poco la garganta—. Está bien, después me cuentas, Axel. Te presento al Alfa Bastián, Alfa de Flagela.
El transformista se acercó hacia el lobo y hubo un fuerte estrechón de manos, muy fuerte y duradero.
—Es un gusto tenerlo en nuestro aquelarre, y créame que las tensiones del pasado que hubo entre nosotros y Flagela están olvidadas. Aquellas guerras del pasado... Espero que no nos atormenten, ni a la relación que podremos construir.
El Alfa suspiró.
—Claro que no. Muchas gracias por darme la bienvenida a su hogar y por haber cuidado de mi esposa durante todos estos días. Usted es un buen hombre.
—Su esposa habla mucho de usted. De hecho, lo está esperando en el Gran Salón. Pero antes que todo, me gustaría que pasaran por la enfermería.
Fue la media hora más larga de toda mi vida, en la que me hicieron ducharme, p