“Verdades”
Saco la llave bajo el felpudo y abro la puerta principal. Charlie no ha perdido ciertas mañas maternales, esta es una.
Sonriendo en la bruma del alcohol entro de puntillas. Todo está oscuro, es obvio que duermen si ya son pasadas las cuatro de la madrugada.
Aprieto el monedero en mi brazo y agarro mis sandalias yendo expresa al cuarto.
Me tomo mi rato de descanso en el baño, dormitando sentada en el retrete, luego me cambio la ropa y en puntas de pie para que mis talones no resuenen en el piso avanzo del corredor a la sala y de la sala a la cocina.
Me manejo en la oscuridad como un ser vampírico que se adapta a las tinieblas y voy al refrigerador. En la puerta encuentro leche de soja con vainilla y no dudo en servirme.
Es gracioso porque esto tomaba cuando era chica. Y es adorable que mi familia piense que aún soy la niña pequeña que lloriqueaba cada vez que Christopher me jalaba el pelo o que Liam me daba un pellizco.
Demonios...
Trago como puedo.
《Hay que hacerse cargo》
M