“Miénteme”
El taxi para delante de mi edificio, le pago y salgo.
Me saco los tacones en el lobby porque ya no me los aguanto y nuestra rectora de habitaciones me mira entre suspicaz, curiosa y cara de culo pero me vale.
No estoy en secundaria, el alquiler me costó el pulmón y la matrícula que pagué al entrar a la universidad y la que volví a pagar hace unos meses en mi segundo año son mi contrato especial de «tengo veinte, entro y salgo cuando me place»
Paso por el mostrador del conserje, lo saludo y me voy escaleras arriba, notando los ojos de los dos en mi vestido, mi pelo mojado y mi maquillaje corrido.
La escucho a Mónica soltar un "esta viene de loquear" y me río a las carcajadas para que sepa que la oí y que se puede ir a la chingada.
Troto por el pasillo y llego a la puerta del depa. No tiene llave así que abro.
Obviamente Lula y Pía están revoloteando en el living y al verme venir se desquician. Se me tiran encima con preguntas, tocándome los pelos e investigándome de la cabez