Letra Chica
La noche se les escapó entre risas, estornudos por todo el polvo y trapos húmedos. Ana y Charlotte habían prometido “solo ordenar un poco”, pero cuando quisieron darse cuenta, el reloj marcaba más allá de la medianoche y aún seguían de pie, arrastrando muebles y doblando ropa.
-Esto no es limpiar, es una mudanza completa. -Charlotte soltó un suspiro exagerado, con el cabello despeinado y las mangas arremangadas.
-Si lo vamos a hacer, hagámoslo bien. -Ana se inclinó para sacar el polvo acumulado debajo de la cama. Tosió. -Por favor, ¿cuánto tiempo lleva vacío este cuarto?
-Suficiente para que los ratones paguen alquiler. -Respondió Charlotte, entre risas, por ver los ojos abiertos de Ana.
Al final, bajaron a la cocina a buscar algo de cenar, muertas de hambre. Los sirvientes nocturnos ya habían recogido casi todo, pero consiguieron un par de platos fríos y pan que guardaron en una cesta. Subieron con cuidado, intentando no despertar a nadie, aunque terminaron riéndose a esc