Letra Chica II
Ana salió de la oficina de Dima con la sensación de haber pasado por la prueba final. Caminó por el pasillo con las manos entrelazadas detrás de la espalda, repasando cada palabra del Alfa. Las reglas, los límites, las advertencias sobre los Bendecidos… No podía evitar preguntarse si ese poder del que él hablaba dormía también dentro de ella, esperando despertar o simplemente podría vivir con normalidad.
Charlotte la esperaba en la entrada, apoyada en el marco con su aire despreocupado y una sonrisa que desentonaba con la rigidez del lugar.
-¿Y bien? -Preguntó, alzando una ceja.
-No me echó, sí eso es lo que preguntas. -Respondió Ana, soltando un suspiro.
-Eso ya es un comienzo. -Charlotte se enderezó y la tomó del brazo entrelazandolos. -Vamos, te mostraré las opciones que tenemos para que no te aburras y empieces a ganarte la comida.
Salieron al patio principal. La luz del mediodía bañaba las estructuras de piedra y el aire olía delicioso y madera quemada, el mercado