Capítulo 51.
POV: Camila
El grito rompió la madrugada. Yo estaba en mi habitación, intentando dormir después de días sin descanso, cuando los pasos desesperados retumbaron en el pasillo. Abrí la puerta y vi a una de las empleadas corriendo, pálida, como si hubiera visto al mismo demonio.
—¿Qué pasó? —pregunté, deteniéndola.
—Es la señora Marta… está en el jardín… muerta.
El aire se me atascó en los pulmones. Marta. La madre de Carlos. Esa mujer que había regresado al palacio con aires de soberbia, creyendo que aún podía manipular, que aún podía tener poder sobre él, sobre mí, sobre todo lo que construimos. Muerta.
Bajé casi corriendo las escaleras. El jardín estaba iluminado con reflectores improvisados, soldados y personal de seguridad rodeaban la escena. Y allí, sobre la hierba húmeda, estaba ella: el cuerpo de Marta, vestido con su bata de seda color vino, los ojos abiertos mirando el vacío. A su lado, una copa caída y una carta doblada con torpeza.
Carlos llegó segundos después, todavía en rop