POV: Carlos
Aunque me molestara admitirlo la ayudada del príncipe funciono mejor de lo que esperaba, había salido ileso de los ataques y ahora estaba arriba en las encuestas por mucho, prácticamente el pueblo ya me había relegido. Esa mañana me preparaba para mi último discurso en público, pues quedaban solo dos días para la elección.
El mitin estaba programado en la plaza central, un acto abierto, con miles de personas. La logística había sido revisada tres veces. Yo sabía que la multitud era nuestra mejor arma y también nuestra mayor vulnerabilidad. Aun así, teníamos que hacerlo: la gente necesitaba verme de pie, fuerte, después de los días en que Camila estuvo hospitalizada.
La tarima vibraba bajo mis zapatos mientras los aplausos crecían. Camila no estaba conmigo, seguía en reposo, pero