Lucius se había convertido en un espectro en su propia mansión. Mientras la gente de Luther y la familia de Alba llenaban los pasillos con un propósito y una unidad que a él se le negaba, él era una sombra silenciosa, un administrador de lujo.

Sus interacciones con Alba estaban reducidas, a lo estrictamente necesario, a un frío intercambio de información logística.

"Lucius, tienes que averiguar cómo vas a hacer el tema de la transfusión."

"Habla bien con los doctores. Que traigan los catéteres del exterior, hay unos que son especiales para niños pequeños."

"Lucius, tienes que tener programado a los médicos para que hagan la intervención inmediatamente. El doctor Clemente y el doctor Álvarez son los que se van a encargar. Habla con ellos bien de ese tema."

Era una lista de tareas. Un informe de gestión. Ella le derivaba responsabilidades con la misma frialdad con la que un CEO delegaría en un subalterno de poca confianza.

No había un ápice de emoción, ni siquiera del rencor que al me