Cap. 53 Exacto. Todos tus "accidentes"
Al día siguiente, Alba recibió el alta médica. La necesidad de ver a Alicia era una urgencia física, un imán que la atraía irresistiblemente.
Su madre le había enviado una cascada de fotos y videos durante la noche y la madrugada. El último, recibido hace apenas media hora, mostraba a su hermosa Alicia, con sus ojos grandes y su piel pálida, extendiendo sus manitas hacia la cámara mientras susurraba con voz débil: "Mami, ven pronto. Te extraño mucho".
Eso selló su decisión. No había fuerza en este mundo que la detuviera.
Cuando salió del hospital, apoyándose levemente en Luther, lo encontró ahí, plantado como un monumento a la elegancia y la obstinación. Lucius, con un impecable traje negro que contrastaba brutalmente con la informalidad del lugar, parecía más un modelo de revista que un marido en crisis.
Alba, con su sudadera simple y pantalones anchos, se sintió por un segundo vulnerable ante esa muestra de poder, pero la imagen de Alicia en su mente le devolvió la firmeza.
Él le