Aimunan.
Un dedo empezaba a recorrer mis piernas, esa era la peor humillación a la que me estaba exponiendo. Un movimiento en falso, una reacción involuntaria, podría cambiar el destino. Las pruebas eran como aquellos sueños y pesadillas que tenías, de la primera deseabas no despertar y de la segunda querías hacerlo y no podías, y exactamente me estaba ocurriendo lo segundo. Era consciente de que me estaba probando, pero usaba lo más vulgar y sucio para hacerlo, usaba la imagen de Alex para provocarme, pero sabía que era una trampa.
-Amanon (Hermosa), mientras más te niegues más va a durar. -Su dedo de pronto se detuvo en mi muñeca. -Una alerta se activó en mi cerebro. Ya debían ser casi las 7 de la noche. El baño pronto quedaría sin efecto si no se renovaba, y el ritmo del pulso revelaría doble latido. ¿Qué hay en la naturaleza que pueda camuflar muy bien un ruido?. Los saltos de agua eran lo único que se me venía a la mente, cantar al dios del agua para pedir protección siempre