Sus pechos estaban al descubierto. Sentìa como sus manos grandes y àsperas le recorrìa la cintura mientras besaba sus pezones. Cuando bajó aùn màs su abdomen se contrajo. La sensaciòn de su boca en èl le hacìa pensar a un grupo de hormigas que recorrìan su piel. Cuando bajò aùn màs sus manos tocaron su trasero suave y todo su cuerpo se endureciò.
- Relàjate- le susurrò mientras se acercaba a aquel punto.
Ella sabìa perfectamente que iba a hacer y no esperò que su cuerpo reaccionara de la misma manera que lo hizo con Francisco. Sentìa como lo traicionaba cuando empezò a sentir sus labios y su lengua recorriendola.
- Ahj- un gemido ahogado.
No se sentìa correcto. El placer se mezclaba con la repulciòn que tenìa por aquel ser que lo estaba provocando.
- Asì, gime para mi- se separò antes de continuar....màs ràpido.
Las manos de Constanza se enredaron en su pelo por instinto pero èl la rechazò, apretò sus manos en su trasero y....aùn màs ràpido. Cuando las piernas de Con