Capìtulo 22 La entrada al infierno.
Se encontró con su institutriz después de la boda en un gran apartamento en el pequeño pueblo donde se encontraba la iglesia. Esmeralda, sus ojos debian ser verdes como su nombre pero no era asi, eran chocolate con leche y con un toque de miel cuando les pegaba el sol.
Ella le había ensenado todo lo que sabia sobre ser una señorita respetable y digna de ser la hija de un conde y ahora la ayudaría a saber como ser una buena esposa en la cama.
- Esta noche deberas cumplir tu primer deber como esposa aunque no entiendas, solo cierra los ojos, se una buena esposa y entrégate a tu marido- dijo sujetándole las manos y con una mirada de compasión, casi lastima.
¿Entregarme? – Pregunto Constanza con el ceño fruncido.
Ella ya se había entregado a èl, ya había dejado atrás los sentimientos que inundaban su alma para convertirse en el objeto de cambio para que su padre obtuviera la ayuda de los famosos comerciantes de la familia Ludovi.
No entendía que quería decir su institutriz pero e