Emilia Monti nunca ha tenido una vida fácil, rechazada por su madre, la cree responsable de la muerte de su padre. Trabaja en varios trabajos para poder pagar su carrera, su manutención y las deudas que su hermano, el mimado de la casa, crea. Pero última deuda de su hermano con la mafia, hace que su madre la venda a los acreedores de su hijo como método de pago. ¿ En que clase de pesadilla se a metido Emi? Ruyman, uno de los gemelos del terror de la familia Bencomo, es invitado, sin saberlo, a un evento para los más grandes millonarios. Y allí, se encuentra en una subasta de quien creía él que era mujeres buscando marido, si añadimos que la invitación vino del mejor amigo de su padre, que son los principales críticos de su forma vida, deseando que se casara y tuviera hijos. Decidió que no pujaría por nadie, no le gustaba que controlen su vida y su futuro, lo que el CEO del grupo C.P.A. no sabía era que, el destino tiene sus propias reglas, y la estrella de la subasta no es otra que la cautiva diosa Andrómeda… una mujer que lo volverá loco nada más posar sus ojos en ella, y se encontrará pujando si apenas darse cuenta por tenerla para él, un Perseo moderno que libera a su diosa esclava de los monstros marinos que la quieren devorar. Así que ahí están esos dos obligados a vivir juntos durante ocho años, obligados a dar pruebas de que el CEO, la ha hecho suya físicamente, que es su primer amante. Conviviendo con una atracción que ni ellos comprenden y pero no pueden evitar. Una familia obsesiva y dos monstruos que odian haber perdido a su presa. ¿Qué más se puede pedir?.
Leer másEmi.
Como siempre, desde que estaba en este trabajo, llegaba tarde a casa, esto es lo que pasa cuando tienes varios trabajos de medio tiempo.Pero si quería acabar mi último año de la universidad, y sacarme el título de diseñadora gráfica, tenía que trabajar el doble, ya tenía claro que mi madre no me iba ayudar económicamente, al contrario, si quería seguir viviendo en casa debía pagar mi estancia, mi comida, hasta la luz y el agua que usaba.Así que desde que terminé la secundaria, me fui a vivir sola a un pequeño estudio, en un principio mi madre se alegró, una boca menos que alimentar…Como si ella me hubiera alimentado alguna vez, desde que cumplí doce años yo tenía que buscarme los medios para comer, vestirme… todo.No había llegado a mi calle, cuando una extraña sensación me hizo girarme, tenía la sensación de que me seguían.Aunque mi barrio era un barrio pobre de Chicago, no era de los que solían tener grandes índices de criminalidad. Pero hoy en día eso no te libraba que algún estúpido quisiera robarte o algo peor, fue esa la razón, agradecí que mi padre me enseñara, Win Chun, es unas técnicas de arte marcial, que consiste en dar una diversidad de golpes a corta distancia.El primero en probarlo fue un compañero de clase, en segundaria, que quiso aprovecharse de mí, mientras estudiábamos en la biblioteca, al parecer no era a la primera con la que había intentado propasarse, aunque después de cierta patada, en cierta zona delicada de su cuerpo, dejo de intentarlo.Continué caminando mucho más atenta a los ruidos y movimientos que se oían en la oscura calle, a esas horas, pero al contrario de lo que esperaba, no volvieron a sucederse.Llegué a mi casa sin contratiempos, pero fue allí donde verdaderamente empezaron mis problemas, junto a la puerta de mi estudio, en el pasillo que daba con los demás apartamentos incluido el mío, se encontraba la persona que llevaba evitando desde que me fui de casa. La razón era obvia, siempre que aparecía era para exigirme dinero, o para que le hiciera favores, que yo no deseaba hacer.- “¿Qué horas son estas para llegar? Una mujer decente no andaría por la calle a estas horas”- me recriminó nada más verme.- “Hola madre, si tu hijo, o tú, trabajaran, y no vivieran del dinero de mi padre, sabrías, que hay gente que trabaja a estas horas.”- no me esperé la reacción de mi madre, sólo sentí el dolor cuando mi mejilla fue golpeada, haciendo que girara ligeramente la cara.- “¡No vuelvas a nombrarlo! .... tú tienes la culpa de que él muriera, tu fuiste la culpable, de dejarme sola, y que tu hermano no creciera con un padre que le orientara, para que no se metiera en problemas.”- eso fue lo que verdaderamente me dolió.Ya hacía tiempo que había asumido que mi madre no me quería, que era un recuerdo constante de lo que fue, un simple accidente. Pero que me echara a mí a culpa de lo que se había convertido mi hermano, eso sí que no, sólo era ella la responsable, que ese gandul se hubiera convertido un bueno para nada.- “No me utilices a mí, madre, para cubrir tus errores. Mi hermano es así de egocéntrico, déspota y tirano, sólo gracias a ti.”- esta vez sí vi como volvió a alzar la mano, para volverme a golpearme, pero en esta ocasión le paré, agarrándole del antebrazo antes de que me golpeara- “¿Bueno a que has venido? ¿Dinero o favor? ¿En qué problema se ha metido ahora el inútil ese?”- de dije soltándole la mano.Me alejé lo suficiente para no estar al alcance de otro de sus golpes. Vi como la ira de mi madre sentía, brillaba en sus ojos, eso me confirmó que por alguna de esos dos motivos había venido a verme.Esperé una de sus famosas frases hirientes, pero mordiéndose los labios, sonrió, eso si que me asustó, porque eso quería decir que lo que me iba a pedir, no me iba a gustar.- “Siempre te has considerado la más lista de todos nosotros, quizás eso te sirva más adelante, por ahora sólo confórmate con saber que lo haces para salvar la vida a tu hermano… ¡Pueden llevársela!”- gritó en alto, yo no entendía de que hablaba, pero pronto lo iba a saber, cuando varios hombres vestidos de traje y camisa blanca me rodearon, algunos salieron incluso de dentro de mi estudio.Quise gritar, y me preparé para defenderme, pero me sujetaron entre varios, y vi como uno de ellos sacaba lo que yo pude ver que era una jeringuilla.- “¿Que hacéis?, ¿madre, esto a que viene?”- le grite, mientras me extendían el brazo en contra de mi voluntad sujetándolo entre varios.- “Eres el pago por la vida de tu hermano, juega bien tus cartas, y esto pude ser más una ventaja que un inconveniente, ¿o no?, la verdad es que eso ya no es cosa mía…”- el odio y el dolor que sentí, por ese ser que me dio la vida, se mezcló con el miedo a lo que iban a hacer conmigo, eso hizo que mi instinto de supervivencia se agudizara, y fuerzas que no creía tener, llegaron a mí.Con dos rápidos movimientos claves de escape de Win Chun, me liberé, y de dos zancadas, comencé a correr escaleras abajo, mientras ellos me perseguían. Los oía rugir furiosos detrás de mí. Mientras mi madre gritaba, como una loca:- “¡Atrápenla!”-- “¡Maldita seas madre!, esto ya fue tu límite, si salgo de esta, pienso vengarme. Lo juro por mi padre.”- me dije a mi misma.Ya en la callé, pensé que los había despistado, cuando me encontré con dos limusinas y varios hombres que me rodeaban, de una de las limusinas salió un hombre con un traje ejecutivo.Pero no era un CEO, o un empresario, se notaba que era el jefe ya que todos lo miraban con respeto, no dudé que pertenecía a la mafia, soy de origen italiano, pronto desde pequeños es los barrios de Chicago, aprendemos a distinguir a quien debemos evitar y por qué.- “Bien preciosa, ¿Qué vas a hacer? ¿Vas a luchar contra todos?.”- me dijo el hombre sonriendo. Le parecía graciosa mi situación.- “Si hace falta, creo que cogerme no os va a salir, tan fácil.”- le reté ya todo me daba igual, morir luchando, era mejor que perder mi libertad, para terminar, siendo un juguete de un cerdo vicioso.- “¡Cogedla! no la dañéis, es una mercancía valiosa”- dijo el jefe.Y así fue como uno a uno los malditos mafiosos se fueron acercando. Sabía que tenía pocas posibilidades, sus habilidades en la lucha me revelaron que era profesionales de esto, llevaban años de entrenamiento comparado conmigo, y seguro que muchos de ellos luchaban desde la cuna. Pero no podía rendirme, o no me perdonaría a mí misma, haberme rendido sin luchar.La lucha fue encarnizada, pude librarme de un par de ellos, pero su número era superior, y algunos de ellos, eras mejor que yo en artes marciales, cuando al fin me tuvieron bien sujeta, se acercó a mí el jefe, y cogiéndome fuertemente de la barbilla, mientas yo trataba de resistirme, me dijo:-“Eres una autentica tigresa, creo que voy a recibir una buena cantidad por ti.”- me dijo mientras yo intentaba recobrar la respiración después de la pelea, pero no me dio tiempo, un dolor me atravesó el brazo, supe que me había inyectado una sustancia, pronto todo se volvió borroso, y justo a antes de que cayera en una oscuridad muy profunda, pude oír como el jefe decía.- “Llévenla que la examine, si es virgen, tenemos un diamante en bruto, valdrá millones. Su madre no sabe lo que ha perdido, ese hijo que tiene no vale tanto, algún día acabará muerto.”- en mi inconciencia, me alegré de que, al menos alguien, me apreciaba por algo, aunque sólo fuera por ser una puta virgen a mis veinticuatro años, a eso se había reducido mi vida. Es patético.Fue así como se inició mi pesadilla… ¿o no? El futuro es muy incierto, y el destino lo tiene todo cuidadosamente estudiado, tanto el mío, como el de mi comprador, aunque eso ni él, ni yo lo sabemos. Por eso el destino es caprichoso.Como os prometí aquí está la historia de Ruyman, y su Andrómeda, la familia Bencomo ya tiene a todos su descendientes casados, como sabéis esta familia son mi debilidad, los adoro, y prometo más de ellos, gracias dios, son una familia muy prolífica, y sus hijos aún son pequeños, pero pronto crecerán y nos darán más de una historia. En cuanto a Rayco y Rihanna, su historia está comenzando, o esos dos terminan juntos, o simplemente se matan el uno al otro. Quién sabe, deseo saber cómo evolucionan, espero que tú también. Pronto inicio el tercer libro de Matrimonio concertado con el CEO, la historia de Michael y Elena se llama “Matrimonio concertado con el CEO: Playboy domesticado” vuelven las herederas Powell a enredar, a hacernos reír, llorar, y sobre todo a enamorarnos. Como siempre os digo, adoro escribir, y disfruto mucho escribiendo todo aquello que cuando leo, no encuentro, mujeres fuerte y decididas, hombre fieles, que te tratan con respeto, y finalmente, el humor que también pu
Ruyman.La vi caer y todo se me puso rojo, la vi caer y la furia me invadió, habían tocado a mi mujer, a ella, a lo que ahora mismo lo era todo para mí, la vi caer y todo me dio igual, él debía morir, nadie podía tocarla, nadie.Mientras lo golpeaba, más ira sentía, más la veía caer, una y otra vez, en mi cabeza, me cegué por completo, una persona como yo que es todo razón, es todo control, por primera vez en mi vida, odié, y nunca había odiado, pero por ella lo hice.Cuando consiguieron alejarme de él y calmarme entre cuatro hombre, me giré a buscarla estaba sobre el sillón alguien le había recogido y colocado allí, mientras Lex la revisaba.Aun no recuerdo como llegué hasta ella, e incluso, recuerdo haber apartado a Lex en mi camino. La cogí en mis brazos y la abracé, tenía un piquete en la frente, que ya no sangraba, pero para mí, era como si tuviera el corazón fuera del pecho. Fue en ese momento, cuando entendí el amor sin condición y sin freno que sienten mi padre por mi madre,
Emi.Mientras Lex me contaba que había sucedido en la casa, yo me iba haciendo una imagen mental. Al parecer, durante la tarde, habían saltado las alarmas en el sistema de seguridad de nuestra casa. Se había detectado a través de las cámaras un intruso que pronto fue identificado como Humberto Marchetti.Rápidamente se había generado un plan, para conseguir protegerme de que ese hombre accediera a mí, ya que no venía solo, al menos siete hombres le acompañaban. Los escoltas se habían distribuido por la casa, escondiéndose de manera estratégica, y dejando que únicamente Marchetti, accediera hasta donde se encontraba mi marido, en un principio al jefe de seguridad le pareció una locura, pero mi marido insistió en que podría con él.Los otros hombres fueron neutralizados rápidamente, el siguiente paso sería, aislar las habitaciones para que yo quedara encerrada en la mía, y así, estuviera resguardada de cualquier tipo de ataque que se pudiera producir, ya que no sabíamos si eran los únic
Ruyman.- “¿No sé qué ganas tú de todo esto? ¿Cómo sé que no me estas engañando para cometa un error y no sólo Marchetti se quede con gran parte de mis bienes, sino que se quede con lo que más desea, mi mujer?.”- dije a la voz que oí tras donde yo estaba sentado, junto a la pared de división de las dos mesas.- “No lo sabrá. Sólo tengo que decirle una cosa, más que usted, aun odio más a Humberto Marchetti, y su desaparición de este mundo seria para mí una alegría, más que una pena.”- me dijo.- “Si tan interesados estas, ¿por qué no entregas tu esta información a esas personas tan peligrosas?.”- le dije hartándome de este juego del gato y el ratón.- “Porque sólo la rotura de un contrato te libraría de lo que firmaste, si eso es lo que quieres, ¿o no?, y de pasó a mí me ayudas en mi venganza. Qui pro quo, como se dice, señor Marchetti.”- estas últimas palabras las dijo en español.- “No estás dando con un don nadie, si no fuera por ese contrato que firmé estúpidamente, ya habría arras
Ruyman.- “No me gusta, ¿Por qué te empeñas siempre en ponerte en peligro?”- le dije a la maldita Andrómeda que en todo momento se negó a quedarse en casa, si yo iba al encuentro, con el supuesto espía. - “Da igual lo que me digas, lo importante, es que yo no me voy a quedar en casa mientras tú te arriesgas a quedar con una persona que perfectamente te pude estar engañando, o ser una trampa. Tu no conoces ese mundo, yo viví en él varias semanas, la mayoría drogada, no entiendes a lo que te enfrentas.”- aun así, por mucho que tratar de explicármelo aún no lo entendía.- “Y si es una trampa ¿qué diferencia hay entre que estes, o que no estes? Sabes perfectamente que la condición para que puedas venir y no te quedes en casa, es que no te bajas del coche, puedes ver lo que sucede en la tablet. Así que contéstame a la pregunta ¿qué diferencia hay?”- ella me miró, con cara de que tenía que pensar mucho lo que me iba a decir, o habría grandes posibilidades de que se quedara y no fuera.- “T
Ruyman.- “Queda confirmado señor Bencomo ha sido provocado. Pero es extraño, aunque ha habido un herido leve, se observa que el incendio se hizo para no provocar muchos daños materiales, para que paciera un accidente menor un descuido tonto.”- me dijo mi jefe de seguridad.Mis padres habían ido al hospital a visitar a la camarera herida, que recibió algunas quemaduras leves, tratando de apagar el fuego con un extintor. Como se les había explicado en la clase de evacuación y protección antincendios, en caso de conatos pequeños.- “Extraño, ¿para qué se provoca un incendio que pronto es sofocado?, eso no es normal, algo buscarían, llamar la atención o algo.”- continuo el jefe de seguridad,- “¿Hay en el hotel una exposición de objetos valiosos, joyas, cuadro, arte en general o de algo de importancia, susceptible de robarse?”- pregunté.- “No hoy solo hay dos convenciones una es de médicos, y la otra de una asociación de periodista de libertad digital.”- me respondió.Justo en ese momen
Último capítulo