La marca del Norte

Kael clavó en mí su fría mirada, yo también lo mire, fijamente, o lo miré, no hubo más palabras. su orden había sido filosa como un cuchillo, *Nadie vivo*. Y yo sería la mano que lo empuñara.

Me di la vuelta y salí de la cabaña, sentí el aire helado en la cara, no era un alivio. Era un recordatorio. El mundo afuera era duro, y yo lo sería más.

Marco estaba allí, esperando. Su rostro lo mostraba preocupado.

—Chiara —dijo.

—No —corté, no quería escuchar nada, caminé hacia los árboles donde mi gente esperaba. Los que había llevado a ese campamento conmigo, no los elegí por ser los mejores. Los elegí por ser los más fríos. Los que entendían que algunas órdenes no se discutían, se obedecían y punto.

—A las cuevas de sal, al norte —dije, asintieron sin preguntar nada— haremos limpieza total. Nada debe respirar cuando nos vayamos.

Cuando dije esto, no dijeron nada, se miraron en silencio, eran mis Hijos del Bosque.Sabían lo que se tenía que hacer cuando era necesario.

Caminamos, el bosque e
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
capítulo anteriorcapítulo siguiente
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP