Conté al menos cien figuras moviéndose entre las estructuras. No todos eran mutados, vi humanos, lobos transformados, y otras criaturas que no pude identificar.
—Es una de sus bases principales —dijo Galen, su rostro pálido— tiene sentido. Está estratégicamente ubicada entre varios territorios de manadas.
—¿Seguimos con el plan? —preguntó Daren.
Todos me miraron, cien contra nueve, las probabilidades eran imposibles.
—No —dije finalmente— pero tampoco nos vamos.
Dejamos los caballos escondidos en una cueva natural a media milla de las ruinas y continuamos a pie. La nieve nos ayudaba, ocultando nuestro avance mientras nos arrastrábamos hasta una cresta que daba a una vista clara del lugar.
Desde nuestra posición, podía ver detalles que no eran visibles desde abajo. Patrones extraños tallados en el suelo del patio central. Figuras encapuchadas realizando algún tipo de ritual alrededor de un fuego verde. Y en el centro, una jaula enorme de hierro negro que contenía algo que se movía de m