Punto de vista de Lila
Su boca chocó contra la mía, brutal y castigadora. Probé sangre donde mi labio se partió contra los dientes. No le importó. Me besó como si intentara borrar las palabras de Helena, como si intentara marcarme de nuevo.
El picaporte traqueteó. Voces afuera. Alguien intentando entrar.
Se apartó lo justo para gruñir contra mis labios.
—Que escuchen.
Su mano bajó a la abertura del vestido, dedos hundiéndose en la piel desnuda de mi muslo con fuerza suficiente para dejar moratones. Alzó mi pierna alrededor de su cadera en un movimiento salvaje, la seda rasgándose más arriba con un desgarro agudo que resonó en el reducido almacén. El aire fresco golpeó mi centro expuesto y me di cuenta, con una punzada de vergüenza, de que ya estaba empapada, el brillo resbalando por el interior de mi muslo desde el momento en que me había inmovilizado.
Leander gruñó bajo en la garganta, el sonido vibrando por mi pecho.
—Mírate —jadeó, frotando la gruesa cresta de su polla contra m