—En realidad no debería estar sorprendida —musitó Victoria—. Una parte de mí siempre lo supo…

— ¿Sabías que el Ucraniano estaba vivo? —Preguntó Michael con el ceño fruncido.

— ¿Qué? —Inquirió Victoria anonadada—. ¿El Ucraniano?

—Es lo que venía a decirte. ¿De qué creía que te hablaba?

Victoria negó con la cabeza.

—Eso no importa, dime que pasó con el ucraniano, se supone que había muerto en el Nido del Halcón.

—Es lo que todos creímos.

Michael buscó en la laptop ingresando a la red oscura y mostró a Victoria.

“El último canto de la Sirena”

Victoria sintió que el estómago se le cerraba al ver el título. Abrió el enlace. Era un video. Corto. Teatral. Una sirena, atrapada en una red dorada, rodeada de mafiosos que aplaudían. La voz en off era distorsionada, pero el mensaje era claro:

“Esta vez, la Sirena canta para mí.”

Victoria vio completo el video, al finalizar cerraba con la invitación para ver como La Sirena era exhibida por el Ucraniano.

—Ese imbéc