Victoria con los días había establecido una rutina con Michael, desayunaban juntos y luego iban a la playa. A veces pescaban, otras veces solamente conversaban mientras paseaban, descubriendo una faceta como amigos y no amantes que jamás tuvieron.

Victoria durante las noches sola en su cama pensaba en esto y agradecía la caballerosidad de Michael, sentía que si ellos hubieran tenido una relación así cuando se conocieron, las cosas habrían sido diferentes.

Una tarde mientras regresaban conversaban respecto al futuro.

—Podrías crear una fundación —propuso Michael—, algo como Brenda Larsson, puedes seguir ayudando a mujeres víctimas de trata de una forma legal.

—No sería lo mismo, pero en algo podría ayudar. Pensé en ir a Venezuela, pronto será el cumpleaños de mi madre y es una celebración obligatoria.

— ¿Por qué querrías ir con tus padres? —Inquirió Michael en voz baja.

—Ellos no son tan malos, solo ven la vida de una manera particular.

— ¡Te vendieron! Desde niña s