Miles y millones de gracias por esta oportunidad. Llegar al final de esta novela ha sido una montaña rusa de emociones. Les juro que a cada paso me sorprendió. Estoy aquí escribiendo estas líneas a las 3:00 AM, y aunque me levanté muy temprano, no tengo sueño. Estoy demasiado emocionada, llorando como Magdalena con esta historia que ha marcado un antes y un después en mi madurez como autora.

Para ustedes, mis queridos lectores, va mi primera ovación. Gracias inmensas por creer en mí, por permitir que la historia tomara la forma que tomó, y por quedarse hasta el final. Nunca es fácil escribir triángulos amorosos… menos si uno es malo, y peor si los tres involucrados son malos. Jajaja. No, mentira… Traté de hacerlos humanos. Fueron buenos, fueron malos, tropezaron y se levantaron. Prevaleció el amor, y eso nos hace buenos a todos. Ojalá les haya gustado la historia, y que tanto los del team Stefan como los del team Michael hayan quedado conformes.

Mi siguiente agradecimiento va para mis padres. Por mi padre amé los libros, y en el cielo, algún día lo veré y le diré: “Escribí historias, y las viví como si fueran mi carne.” Sin embargo, es mi madre mi fan número uno. Te amo, mamá. Yo soy tu fan.

A mi esposo, que muchas veces es mi muso (jajaja). Te amo y agradezco a Dios por tenerte a mi lado, y por haber formado contigo una familia con nuestras tres hermosas hijas.

A mi amigo del alma, mi hermanito de letras: Diego Almary, autor en Buenovela. Excelente, se los recomiendo. Gracias por ser mi paño de lágrimas cuando me siento abrumada.

A mi amiga autora también, Naths. La reina de los lobos y la mafia. Se las recomiendo. Manita, gracias por haberme obsequiado a Franco Slashdot. Como nuestras musas son comadres y se entienden, podemos entrar en nuestros universos y aportar escenas y personajes. Por allá en Golpe de Mafia, cuando necesité a un mafioso experto que le hiciera contrapeso a Diego, me creaste a Franco Slashdot. El personaje me enamoró. Y aunque en el momento no lo supe, conforme fui conociéndolo en el universo de mi mente, estuve segura de que sería tan importante como para volverse protagonista.

No los aturdo más, ya hablé demasiado. Como siempre, la invitación queda abierta para que estén pendientes de mí y de mi trabajo. Pronto compartiré más detalles en mis redes sobre las próximas entregas. Porque este universo no muere.

Recuerden: Halcón no ha muerto.

Se les quiere un montón… y hasta la próxima.