**HENRY**
No soy capaz de leer ni una palabra del mensaje. Mi mente late con la imagen de Angela, con sus ojos esquivando los míos, con esas frases a medias que me dejaron envenenado.
Camino por el pasillo de la academia con pasos firmes, no voy a dejarlo así. Quiero saber qué demonios tuvo que sacrificar, necesito arrancarle esa verdad, aunque me destroce.
La encuentro en el ala de oficiales, frente a un coronel de cabello canoso, un hombre al que todos respetan. Me detengo a unos metros, lo justo para escuchar sin ser visto.
—Coronel Carter, ¿cómo ha estado? —dice él con una voz grave, que llena el pasillo—. Me enteré de que le asignaron una misión importante. Su padre estaría orgulloso.
Angela asiente, pero su rostro no se suaviza.
El coronel continúa:
—Por cierto, lo vi esta mañana en la reunión semanal. Y volvió a insistir en que le consiga una cita con mi hijo.
Sin querer me tenso.
Ella responde con calma:
—Lo pensaré.
Él suelta una carcajada breve, confiado.
—Por fin logré que