La carta anónima sobre el juez Damián Herrera no fue una piedra en el estanque; fue una carga de profundidad.
La filtración sobre el soborno en el "Caso Valente" sembró el pánico absoluto en los pasillos de mármol del Palacio de Justicia. Aunque la carta no incluía el Cuaderno Negro físico, los detalles bancarios eran tan específicos —la cuenta CAYMAN-77— que la Fiscalía Anticorrupción no tuvo opción.
La presión mediática fue una jauría. Los titulares gritaban "Justicia a la venta", y ante el escrutinio público, el Fiscal General se vio obligado a actuar. A las 09:00 AM, el Juez Herrera fue "reasignado temporalmente por motivos de salud". A las 10:00 AM, el juicio contra Valentina Silva fue suspendido indefinidamente hasta la designación de un nuevo magistrado.
Valentina había ganado lo único que Nicolás no quería darle: tiempo.
En su despacho de cristal con vista a la ciudad, Nicolás Valente estalló en una furia helada y destructiva.
Lanzó su vaso de whisky contra la pared, donde est