Durante su regreso al área del faro, Pablo cayó en la cuenta de tener al teniente cuarenta metros adelante, caminando hacia el mismo lugar. Si quería advertir a Aileen, ¿cómo podría llegar antes a la casa de las gemelas? Además, ¿qué podría hacer si se veía obligado a enfrentarlo? No lo sabía, pero por el momento solo estaba dispuesto a seguir sus instintos y a esperar a que el momento se presentara. ¿Pero estaría dispuesto a arriesgarse para salvar a una muchacha que lo había rechazado? No estaba muy seguro, tal vez estaba actuando de manera impulsiva y precipitada, pero ante la enorme desilusión, fruto del comportamiento de Marize, solo quería olvidarse de ella y volver a tener una oportunidad con la encargada del faro.
Era consciente de la manera como sus sentimientos parecían estar dando tumbos, rebotando de un lugar a otro, de la misma manera como se mesclaban y se confundían sus emociones, sus metas y sus deseos. También era consciente de haberse equivocado, de haberse