Una vez dentro del coche, Luciana habló de manera inusual.
—¿Puedo hacerte una pregunta?
—Claro, lo que quieras —asintió Alejandro, curioso.
—¿Cuántos días tarda, por lo general, una transferencia a una cuenta en el extranjero?
Él, acostumbrado a estos trámites por su trabajo, contestó de inmediato:
—Entre tres y cinco días, por lo general. Aunque si llegas a los siete días y no se refleja, tienes que investigar. —Frunció el ceño—. ¿Por qué lo preguntas?
Luciana negó con la cabeza.
—Nada importante, solo quería saber.
Pero internamente estaba haciendo sus cálculos. Si era de tres a cinco días y ya habían pasado cuatro desde que hizo el envío, ¿por qué no había recibido ninguna noticia del “distorsionador de voz”? Quizá debía seguir esperando… No tenía otra opción.
Cuando llegaron a la consulta de ginecología y obstetricia, había una serie de chequeos por hacer. Alejandro llevó a Luciana hasta la sala de espera.
—Siéntate. Enseguida regreso.
—Gracias.
Ella sabía que necesitaba tener la