Una marca de nacimiento, y un secreto: el nuevo vecino es un hombre lobo, y al parecer Eva es la elegida para ser su luna. ¿El problema? ¡Ella es humana!
Leer más11“El celo de un Alfa”El sonido de las gotas gruesas de la lluvia golpeaba con fuerza las ventanas del coche de Sebastián. Ambos se miraron fijamente a los ojos sin decir ninguna palabra, las manos del pelinegro seguían sosteniendo con fuerza el volante, como si con esto lograra reducir un poco sus más bajos deseos.Su mirada detalló suavemente la nuca de la mujer ante él, su lengua dejó un disimulado ras
10“El regreso de Zeekiel” Una vez el pie derecho de Eva tocó el camino de piedras de granito de su universidad todos los ojos se posaron sobre ella. Miró por encima del hombro por última vez a Sebastián antes de recordar: “— 9“El aroma de Sebastián Drake”La piel rasposa de las manos de Sebastián, tomaron con posesividad las suaves mejillas de Eva. Sus pies intentaron moverse hacia atrás buscando la manera de zafarse de su agarre, sin embargo, su enorme cuerpo se lo impidió. Un suspiro largo brotó desde lo más profundo de la garganta del 8“Vampiros en Sunny Village”Los pies de Eva dan un paso hacia adelante, con el corazón en las manos, y un dolor intenso que comienza en su espina dorsal, y termina en la parte más baja de su estómago. Su boca quiere pronunciar alguna palabra, sin embargo, le es casi imposible al ver como la policía recoge9
8
7“La marca del lobo”El cuerpo casi inmóvil de Sebastián sobre el suelo ni siquiera era capaz de poder ponerse en pie. La dolorosa erección dentro de sus pantalones lo estaban matando. Jamás había sentido esto por una mujer, y saber que la mujer que su luna le había escogido como mujer era una humana lo estaba matando.Su espalda se pegó al piso de su cuarto, entretanto su mano se deslizaba por sus anchos muslos hasta llegar a su pecho. La energía que recorría cada centímetro de su piel era inexplicable. De un instante a otro, todo su sistema se puso en alerta; los pequeños vellos de sus brazos se erizaron al sentir la presencia de un lobo en su casa, mientras que en un abrir y cerrar de ojos un chico de mediana estatura, y ojos color grisáceo se posó delante de él.—Mierda, Killian, te pude haber matado…Contestó, mientras bajaba el puño rápidamente.Su hermano menor se sacó una paleta de dulce de la boca, para luego sonreír.—Sigues sin reconocer mi olor, eso me duele…Caminó hacia
6“La habitación de Sebastián Drake”Las pestañas de Eva se sacudieron suavemente cuando el sonido de una licuadora llenó sorpresivamente sus oídos. Su dedo índice frotó suavemente su parpado derecho, mientras que su cabeza seguía arrecostada contra una almohada que olía a masculinidad. Su frágil cadera se movió hacia un costado, quizás sin ni siquiera percatarse del lugar en donde se encontraba.Su cabello alborotado, se hallaba pegado a su cara, entretanto unos raspones en las palmas de sus manos la hicieron entrar en la realidad. De un solo golpe se sentó en el borde de la enorme cama en donde había paso plácidamente el resto de la noche. Lo siguiente que se escuchó fue un grito que provino de lo más profundo de su garganta.—¡Mierda!Entonó Sebastián al posicionarse en la entrada de la recámara, sin antes golpearse con cada cosa que se le atravesaba en su camino.—¡Ahhhhh! ¡Ah! —La chiquilla continuó gritando, ahora señalando el pecho desnudo de su vecino, —¡Pervertido! ¡Promiscuo
5“Noche de Luna llena”Un escalofrío severo recorrió la espina dorsal de Eva, antes de entrar en transe. Sus manos tiraron fuertemente de las hebras oscuras de su cabello, entretanto, el vampiro manejaba a alta velocidad.—¿Qué eres?Preguntó, con su voz quebrada.La chiquilla la observaba por momentos fugaces, sentía que estaba en medio de una pesadilla. Una jodida pesadilla que terminaría con su vida. Emiliano se burló por un instante al sentir la presencia de Sebastián detrás de ellos. El Alfa del clan Drake estaba junto a Orlok, buscando la manera de recuperar a Eva sin revelar mucho sobre su naturaleza.Odiaba la idea de que el mundo se enterara de la verdad.De que se enterara de su secreto.De repente, la luz de la luna empezó a brillar tan fuerte que toda la oscuridad del muelle de Sunny Village se disipó. Orlok miró a Sebastián, y negó. Este era el lugar menos indicado para su transformación, así que ambos corrieron hacia la profundidad del bosque, y cuando todo estuvo en ca
4“Noche de sangre”Unas horas antes:El sonido de una rama partiéndose a la mitad colocó a Sebastián en alerta. Desde hace más de medio kilómetro había sentido la presencia de un inmortal, pero, jamás se imaginó que pudiera cruzar los límites de Sunny Village.—Vaya, vaya…Su cuerpo retrocedió al escuchar la voz de alguien que no reconocía.—¿Qué hace aquí un Drake?El ceño del pelinegro se frunció al darse cuenta de lo que estaba sucediendo, un par de hombres, vestidos de traje tipo inglés en color negro. Uno de ellos tenía el cabello lacio hasta la cintura. Las hebras se sacudían hermosamente por el movimiento del aire en aquel misterioso bosque, mientras que él otro con un cabello corto rubio y labios tan rojos como la sangre, lo miraban como una jodida presa más.—Creí que no podían pisar estas tierras…—Eso era antes.Atacó uno, Sebastián se mantenía en alerta.—Yo quiero saber algo… —Draco, se movió tan rápido, que una de sus uñas hizo un ligero corte en uno de sus brazos. La s
3“Secretos” La piel de Sebastián se sentía demasiado caliente.Más caliente que cualquier persona normal, y Eva lo había notado.Sus pies se sacudían con tanta rapidez, que un par de veces casi le pega en el rostro de su vecino. Sus manos trataban de alejarlo de ella, pero la fuerza descomunal de aquel hombre no le permitía ni siquiera dar un movimiento.—¡Mira lo que has hecho, idiota!Ella gritó, cuando por fin sus pies sintieron el suelo del baño, por otro lado, los ojos oscuros del señor Drake ahora se hallaban más oscurecidos que el día en que se conocieron. Su piel brillante, se encontraba envuelta en una capa ligera de sudor. Su corazón latía con fuerza, como si miles de caballos galoparan a gran velocidad por algo que deseaba. Algo que ella tenía.—¿Te gusta ese tipejo?Eva, abrió los ojos, lo último que esperaba era que un vil extraño le preguntara sobre sus sentimientos, sentimientos que solo le pertenecían a ella. —Eso no es de su incumbencia, señor…—¿Señor? ¿Por qué me