La puerta se abrió de golpe. Yo metí el anillo en el bolsillo de la chaqueta y volví a hacerle presión a la pierna de Mikhail. Miré sobre mi hombro y era Belov.
—Él necesita sutura, se va a desangrar —le dije. Mikhail empezó a negar con la cabeza. ¿Acaso él era tonto?
—Eso no me importa, de igual forma yo quiero que se muera —me dijo.
¿Cuándo carajos iban a venir por nosotros? Puede que Mikhail sea una bestia, pero el bastardo no era de hierro.
—¿Por qué quieres que muera? ¿Porque se folló a tu mujer? ¿No deberías matarla a ella también? Se supone que ella es la que debe respetar su compromiso —le dije.
Belov se acercó a mí y me separó de Mikhail. Si este tipo se atrevía a golpearme otra vez, yo lo iba a matar.
—Ella ya está muerta, y no solo es por mi mujer. Él ha arruinado cada negocio que he intentado, y mató a mi hermano. Eso no se lo voy a perdonar jamás —me dijo con rabia.
Yo miré a Mikhail y este estaba sonriendo.
—Le partí la cabeza con un martillo hasta que su cerebro voló po