107:Pagarán por todo.
[Valentino]
No supe cuánto estuve dormido después de la llamada, pero el cuerpo me ardía, y la mente no encontraba descanso. No podía dejar de pensar en todo lo que había ocurrido.
Cada vez que cerraba los ojos, la oscuridad me devolvía flashes: luces que se acercaban, cristales estallando, el rugido del motor. Y después… nada.
Hasta que de repente, todo empezó a volver.
Recuerdo que Santos conducía el coche donde ibamos, como siempre, atento, silencioso.
Faros detrás de nosotros. Uno. Dos. Tres.
Coches negros. Sin placas.
Santos me miró por el retrovisor, y entendí que no era una coincidencia.
Ellos venían por mi, de eso estaba bastante seguro.
El primer impacto vino por el costado. El segundo, directo al eje trasero.
El coche giró, los neumáticos chirriaron, y el coche se salió de la carretera.
Después, solo recuerdo el grito de Santos. El olor a gasolina.
Me arrastré como pude hasta su puerta. Lo saqué antes de que la explosión nos tragara.
Y luego… todo se vo