115: Es mejor la soledad.
[Valentino]
El techo del hospital es lo único que puedo ver sin esfuerzo. Blanco. Vacío. Como yo ahora.
Intento mover las piernas otra vez. Nada.
Un hombre incompleto.
Eso es lo que soy.
Exhalo lentamente, dejando que el aire salga como si expulsara todo lo que fui. Ya no queda nada del Valentino que gobernaba con manos firmes, que se imponía con una mirada, que podía destruir un imperio en una noche.
Ese hombre murió en esa habitación, frente a Ginevra.
El que quedó… apenas respira.
Pienso en ella.
Pienso en la forma en que gritó mi nombre, en cómo sus manos temblaban al tocarme.
Y cierro los ojos porque la imagen duele. Joder, duele demasiado.
Ella merece algo mejor.
Merece libertad.
Merece una vida donde no tenga que preocuparse por mí, un inválido que solo la arrastraría hacia un infierno más profundo que el que ya vivió conmigo.
Así que tomé la decisión más lógica, la más cruel, la única posible:
No voy a verla.
No voy a permitir que me vea así.
No voy a ser su carga.
Viviré en s