Cruzamos la calle y continuamos caminando. El edificio de Voss Capital aparecía en la distancia, esa torre de cristal que nos llamaba de regreso a la realidad.
—¿Qué hacías antes de esto? —preguntó Ethan de repente—. Antes de la startup, antes de perseguir inversiones. ¿Cuál fue tu primer trabajo real?
La pregunta me tomó desprevenida. No porque fuera intrusiva, sino porque era genuinamente curiosa. Personal sin ser invasiva.
—Trabajé en un restaurante —dije—. Mesera. Turnos nocturnos principalmente, porque pagaban un poco mejor y podía estudiar durante el día.
—¿Por cuánto tiempo?
—Tres años. Desde los dieciocho hasta los veintiuno. Luego conseguí una pasantía en una startup tecnológica que terminó siendo más trabajo gratis que pasantía real, pero al menos me enseñó cómo funcionaba el mundo de los negocios.
—O cómo no funciona.
—Eso también.
Ethan asintió, como si estuviera procesando esa información y reorganizando su comprensión de quién era yo.
—¿Y tú? —pregunté,