Andrei
Esta noche no dormiría, sino que me dedicaría a regodearme en tener todas las cosas de mi pequeña Elise para mí y empacarlas para llevarlas a nuestro nuevo hogar. La decisión de sacarlas trajo lágrimas a su madre, que seguía sufriendo a causa de esa hija perdida.
—Debí decirles que estaba muerta —farfullé mientras esperaba a que Sanderson entrara para ultimar detalles de la boda civil y religiosa. Él era el único que sabía que ese matrimonio no tenía validez legal, pero lo registraría en el consejo como si lo fuera.
Si alguien decidiera investigarme, tendría que hacerlo por su cuenta y sospechar que yo tenía algo que ver con Elise. Sin embargo, había sido cuidadoso a la hora de eliminar a cualquier testigo de su existencia. El día que alguien lo descubriera, obviamente moriría con todos ellos, así que no me preocupaba demasiado.
—Buenas noches, señor Sangster —me saludó Sanderson al entrar.
Guardé la pantaleta limpia antes de que él la viera y permanecí en mi silla.
—Llegas cinc