Damián
—¿Cómo demonios está aquí? ¿Por qué no vigilaron a ese desgraciado? —grité desesperado. No lo podía creer, el primer y único día que mi hermano venía a la empresa y justo sucedía esto. ¿Cómo era posible? ¡Maldito! Me engañó, quería investigarme, sacarme ventaja.
—Alfa, lo siento, se suponía que Ricardo fue al baño y se nos escapó por un momento, no sé cómo sucedió —dijo Octavio..
—Estuvo bajo nuestra vista todo el tiempo, hizo una maniobra cobarde para dejarnos de lado ¡No sabemos cómo lo hizo pero ese debió ser su plan! —indicó Ágata.
—No es casualidad, debe tener todo absolutamente planeado. Todo: la hora, el momento, quiénes estaban... Inclusive cuándo ella debía haber vuelto a trabajar, nos tiene vigilados ¿Cómo sabremos que no nos tiene una trampa preparada? —dije angustiado, me tomé el pecho por el dolor que siento.
—¿Alfa, se siente bien? —me preguntaron todos cuando caía al suelo. Por momentos, lo único que escuchaba eran gruñidos, asfixiantes dentro de mi cabeza. Yo s