87. LAS COSAS SE ARREGLAN DE FRENTE.
Alexander comenzó arrojando todo lo que había en su escritorio al suelo. La computadora salió volando hasta pegar con la pared, tirando allí algunos cuadros decorativos.
La mente de Alexander estaba en blanco, sus manos se movieron solas por todo lo que había en su enorme oficina.
— ¡Alexander! —Jorge entró a la oficina para detener aquel arranque, pero ya todo estaba fuera de control.
Cuadros, papeles, lámparas, sillas, vasos, pequeños muebles, todo lo que estuviera a su alcance fue arrojado al suelo.
— Ella tiene un hijo, Jorge —murmuró Alexander con tristeza— Ella... ya... no... está
Jorge no pudo mirar la profunda tristeza que Alexander sentía. Lo que le hizo a Verónica estuvo mal, pero era su madre... Ahora, Alexander había perdido a su madre y a su esposa.
— Yo pensé que ella me perdonaría, que solo tenía que darle espacio y tiempo —dijo Alexander arrojando mas cuadros al suelo.
Jorge no sabía que hacer, jamás había visto a su amigo en un estado como este. Ta