Maxime
Quiero verlo colapsar. No en un instante, no bajo un golpe bien dado, sino lentamente. Como una bestia atrapada, dándose cuenta demasiado tarde de que ya no tiene salida.
Y esta noche, coloco mi primera pieza en el tablero.
Léa – Las Paredes se Cierran
Debería dormir.
Pero, ¿cómo podría?
Aún tengo la imagen de ese hombre, contra la pared por Maxime, sus ojos llenos de miedo e incomprensión.
No es la primera vez que veo a Maxime en este tipo de situación.
Pero había algo diferente esta noche.
Una rabia fría.
Un control absoluto.
No actuó impulsivamente. Sabía exactamente lo que hacía.
Y eso me aterra.
Porque empiezo a entender.
Maxime no se va a limitar a responder a Thomas.
Él lo va a destruir.
Y no sé si debo sentirme aliviada... o preocupada.
---
Maxime – La Carnada Perfecta
Encuentro a Antoine en un bar discreto del centro de la ciudad.
Ya está instalado en una mesa al fondo, con su computadora abierta frente a él.
— ¿Encontraste algo?
Me lanza una mirada y sonríe de lado.
—