Mis padres me decían que estaba loca porque desde pequeña sabía que quería ser policía. Mi idea, infantil entonces, era terminar con todos los malos y ser como un superhéroe. La idea se reforzó (pero maduró) cuando ellos fallecieron en medio de un mal aplicado operativo militar en la carretera a Valle de Bravo hace ocho años.
Entonces, solo tenía 19 años. Recuerdo que era un día soleado de primavera, venían de regreso tras pasar unos días de descanso en una casa rentada, yo me tuve que regresar antes en camión ya que ese lunes tenía exámenes en la universidad donde estudiaba los primeros semestres de Derecho. Al terminar mi prueba, el rector me citó en su oficina. Ahí un militar alto me explicó lo que había sucedido unas horas antes. Sentí que se me cayó mi mundo.
No tenía una gran familia, solo fuimos nosotros tres. Tuvieron que llamar a la enfermera de lo mal que me puse, no tanto por las lágrimas sino porque casi me fui a los golpes contra el mando militar, necesitaba calmarme. Nun