Pasan de las diez de la noche en Puerto Vallarta. Se nota por el ambiente que se acerca un huracán al Hotel De la Parra.
En su oficina, Mauricio camina de un lado al otro con un vaso de cristal medio lleno, con hielos y brandy. En el escritorio hay una serie de fotos en las que Carolina es la protagonista, se ve en diferentes momentos, en el gimnasio, desde afuera de su casa mientras ve el televisor casi dormida sobre el sillón, entrando a un registro civil, pero la que sobresale es donde aparece abrazada por un hombre alto, delgado y atractivo, Armando.
También se ve un sobre azul abierto con el original del Acta de Matrimonio de él y Carolina, el 4 de octubre de 2020.
De pronto suena su celular.
-¿Bueno?
-Buenas noches joven Parra. Solo para corroborar que ya tiene las imágenes y el documento.
-Ya, ya tengo todo. ¿Quedó la copia del acta en la Fiscalía o la pudieron sacar?
-Desde hace meses la sacamos. Aprovechamos un corto circuito para entrar y sacar lo necesario.
-¿Lo de la