Trato de hacer memoria respecto a mi última fecha de menstruación y no lo logró. Debe ser antes de la última visita de Mauricio. Diablos, ¿cómo pude ser tan descuidada con algo tan básico? Si sigo en la Fiscalía, debo tomar más en cuenta esos detalles porque la cantidad de trabajo no disminuirá... Si sigo...
En este momento, mi cabeza esta patas arriba. Dio un giro de 180 grados dejándome perdida, desorientada y vacía. Totalmente vacía.
No es que no quisiera un hijo, pero perderlo... ¿así? Tampoco es que sea el mejor momento para ejercer mi maternidad, pero ¿qué hubiera pasado si no lo perdiera?, ¿hubiera mantenido mi embarazo? Me da mucho miedo esa pregunta. Tengo más preguntas que respuestas, y es tonto tenerlas porque ya no hay hijo. Ya no hay embarazo.
Interrumpe mis pensamientos una enfermera que me ayuda a bajar de la mesa, me comenta que en unos segundos iniciará el procedimiento, me vuelve a preguntar que si quiero llamar a alguien, y le vuelvo a contestar lo mismo: no, gracia