Estamos los tres en la oficina con el comandante Faros, a quién le damos la información y agregamos lo de mi carpeta.
Armando y Gerardo son los que mantienen el uso de palabra más que yo, que sigo en la silla frente al jefe como niña regañada, manteniendo la vista hacia mis manos que se encuentran juntas en mi regazo. ¿Por qué la carpeta de mis padres está vinculada a todo esto?
-Agente Meléndez, ¿está bien? Entiendo que esto es algo complicado, sobre todo por lo de sus padres. Quiero asegurarme que todo está bien o, en caso contrario, tengamos la honestidad de saber si necesitamos una baja temporal.
Regreso de mis ensueños, y veo directo los ojos de mi jefe. Me mira con preocupación, con un toque paternal que, aunque ya lo ha tenido conmigo, aún me parece extraño en él.
-Estoy bien... Es decir, estoy muy confundida por qué no sé qué tienen que ver mis padres en todo este tema.
-¿Recuerdas lo que viene en la carpeta? ¿La declaración inicial, la declaración de hechos y las entrevistas