No tengo mucha opción, además podría perder la oportunidad de obtener una mejor justificación del asesinato de mis padres. Y de por qué se quedó conmigo tanto tiempo, incluso por qué fui yo.
Contesto sin pensarlo demasiado.
-¿Bueno?
-Hola chiquita... Pensé que no me contestarías.
-Es difícil ignorar cinco llamadas a las 2 de la madrugada. ¿Qué quieres Mauricio, atormentarme más?
-Supongo que no merezco nada mejor de ti más que esas respuestas.
-Creo que debes de tener poca o nada de vergüenza para marcarme después de todo lo que me has hecho. Así que si no te importa, tengo que hacer algo más importante: dormir... Buenas noches...
-No, no, espera... –se escucha, ¿preocupado, tal vez? Incluso suspira con algo de hartazgo –ya sé que no merezco nada mejor, pero necesito saber de dónde sacaste el diario que dejaste en mi caja.
Claro, era por eso.
-No lo dejé intencionalmente... Además, ¿por qué crees que te habría de contestar tus dudas? Quizá deberías buscar en la lástima, aburrimi