No sé exactamente en qué momento dejé de reconocer la forma en la que Alice me habla.
Quizás son las hormonas o algo que no logro entender.
Solo sé que ahora cada mensaje suyo llega como un portazo emocional, seco, distante:
“Estoy bien. No te preocupes.”
“Luego hablamos.”
“Estoy cansada.”
O peor aún:
Cuando la llamo y contesta con voz tensa… hasta que, de repente, deja de contestar por completo. No se si está molesta o lo hace para evadirme...
Y yo estoy aquí, atrapado en Washington con esta agenda infernal, con Richard adaptandose a mi con emoción… y sin poder compartir muchos momentos con ella porque ella no devuelve las llamadas cuando está en casa. La niñera me dice, que ella llama a Richard y pasa mucho tiempo hablando con el, pero cuando yo la llamo siempre esta ocupada y siento que hay algo roto entre ella y yo.
Algo que no sé cómo arreglar sin empeorarlo.
Esta noche, después de acostar a Richard, me quedé de pie en medio de la sala del apartamento, mirando la ciudad a través