61. Ni tan muerta como querían.

Narra Lorena

El tipo frente a mí no se ha dado cuenta todavía, pero tiene los segundos contados.

No los míos.

Los suyos.

—¿Te puedo ayudar en algo, mamita? —me dice con ese tono de cana frustrado que no la pone desde 2004.

Yo me acerco despacio, con la peluca todavía en su sitio, la blusa abierta hasta donde empieza el veneno, y las manos escondidas en los bolsillos de la campera de jean.

—Estoy perdida… —digo, fingiendo voz de pobre piba en peligro—. Me dijeron que acá podía tomar un colectivo, pero solo veo autos y caras de mala onda.

Él se ríe. Baja el arma un poco. Comete el error más común: subestimar a una mujer con las tetas al aire.

—¿Querés que te lleve? Tengo el auto allá… Está fresquito. Música. Asientos reclinables.

—¿Y también traés caramelos, tío? —le contesto con una sonrisa tan dulce como una trampa para ratas.

Y justo cuando me quiere tocar el brazo, le meto un rodillazo entre las piernas que lo deja sin aire, sin orgullo y sin posibilidades de tener hijos.

Corrección
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP