Capítulo 138. Disciplina selectiva.
"Podrías enviarme la pieza más valiosa que tu bolsillo ajustado pueda permitirse, pero sucederá exactamente lo mismo: volver a tus manos."
Julián supo de parte de quien era el paquete que acababa de llegar con simplemente ver la nota que llevaba encima. No tenía firma, pero reconocía esa letra cursiva.
Presionó fuerte el puño, desbaratando el papel que se arrugó. El sabor en su boca fue tan desagradable como la imagen en el televisor, en la cual aparecía el imbécil de Johan Crown tomando por la barbilla a la mujer que se dejaba besar con entusiasmo.
Recordó las palabras de Vito recientemente y se tomó todo con calma. Los arranques llevaban a errores y los errores a las pérdidas. Él ya había tenido muchas y ahora que estaba a pocos pasos de lograr su objetivo, no iba a echarlo a perder.
Su cabeza estaba en juego, no lo iba a arruinar.
—¿Qué se trae Báltico entre manos?— movió ligeramente su mirada hacia la mujer que llevaba algunas carpetas oscuras en sus brazos. —Anda muy misterios