Kira
No puedo entender cómo todo me puede salir tan mal, aun cuando no hago nada todo se empeora.
—¿Por qué lloras? —Escuchó a Yudia desde la puerta.
—No estoy llorando, y se toca la puerta antes de entrar.
—Deja la soberbia, que no te sienta nada bien en estos momentos.
—¿No tienes nada que hacer?
—Vine a decirte que Emma viene en camino, se quedará unos días aquí y espero que te comportes.—Lo que me faltaba.
—¿A qué viene?
—Te lo explicaría, pero como a ti solo te importa lo que te afecta a ti y no a los demás, no perderé mi tiempo. Solo vine a informarte eso.
—Cierto, que yo soy la villana de la historia. La mala y los demás, los santos.
—Kira, todo lo que se hace mal en la vida se devuelve el doble, tarde o temprano el destino se cobra la deuda. Piensa, ¿qué has hecho mal?
—Cuando quiera un consejo, te lo pido. Por ahora, ahórratelo.
—Por esa actitud es que no avanzas —respiro profundo —. Tu esposo acaba de descubrir que fuiste amante de su hermano, tus padres, que no e