CAPÍTULO 13
MONSERRAT
Me hubiera encantado ir a ver el último partido de Julian, pero no pude. Tuvimos una visita importante en la fábrica y solo estábamos mi abuela y yo para recibir a los futuros proveedores de la nueva línea de producción. Fueron horas y horas de reuniones, pruebas de productos, detalles técnicos… Cuando por fin llegamos a casa, era de noche.
Irina me escribió para invitarme a cenar con las chicas. Los chicos iban a salir por su cuenta a festejar la victoria. Dudé un momento, pero no quise dejar sola a mi abuela.
Durante la cena, ella sacó el tema del baile de graduación.
—Montse, sé que te querés poner ese vestido rojo que era de tu mamá —dijo, mientras me servía más sopa—. Pero me gustaría que probemos otros. Ese vestido es precioso, pero demasiado formal para un evento como este. Un azul o un plata te quedarían muy bien.
—La verdad… pensé que eso ya estaba resuelto. Sabés que no me gusta irme a probar ropa. Pero si vos lo decís...
—Lo sé, por eso no tenemos que